Nuevos paradigmas pedagógicos buscan pertinencia de modelos y contenidos curriculares en consonancia con nuestras territorialidades.
Con el aporte de los especialistas y docentes Adriana Corro y Conrado Cardile se realizó en Instituto Sadop el conversatorio "Reflexiones para decolonizar el aula". Desde Sadop Rosario participaron de la misma Martín Lucero y Beatriz Priotti y la coordinación estuvo a cargo de la docente y delegada Nadia Isasa.
El pensamiento decolonial plantea una torsión en las formas de mirar el mundo a partir de las certezas heredadas de la Europa colonizadora. Muchas formas de colonialidad parecen caracterizar la escena social, política, económica y cultural de las sociedades actuales. La persistencia colonial no se reduce únicamente a los imperialismos históricos o a la hegemonía del paradigma de la modernidad en su clásica versión racionalista, capitalista e ilustrada. La colonialidad, al igual que el ser aristotélico, se dice de diversas maneras; por ende, lejos de ser un hecho ligado al pasado remoto, funciona en todos nuestros discursos y nuestras prácticas, de mido más evidente o más oculto.
Evidentemente, las características de la colonialidad en el siglo XXI no surgen por generación espontánea, sino que capitalizan, a su modo, los vestigios epistémicos y socioestructurales que constituyen la matriz colonial del poder. Se trata, entonces, de una colonialidad camaleónica que se va reinventando a sí misma desde las dinámicas contemporáneas y se hace patente en los apremiantes desafíos humanitarios, las crecientes inequidades, la amenaza bélica mundial, la pérdida de la primacía ética, la degradación medioambiental, entre otras muchas manifestaciones.
Deconstruir el relato hegemónico de las nuevas colonialidades es la apuesta sostenida de los enfoques decoloniales.
La educación en todas sus formas no solo no debe desentenderse de esta situación, sino recoger el debate hacía el interior de nuestros sistemas y nuestras praxis, y producir transformaciones pedagógicas y metodológicas. Ante la ausencia de espacios de discusión propuestos por el Estado, en el marco de una reforma educativa inconsulta y defectuosa, desde nuestro gremio docente asumimos el apremio y el compromiso de someter a debate estas cuestiones.