Con ellos analizamos acciones posibles para fortalecer la educación en esta realidad que estamos atravesando como, por ejemplo, la presencialidad optativa. Así se le daría a cada familia, la posibilidad de resolver si desea, o no, enviar a sus hijos a la escuela en la situación epidemiológica y sanitaria actual. En este sentido se manifestó la importancia de quienes estén en ambas modalidades (presencial o virtual) tengan las mismas posibilidades de aprendizaje. 

 

Sostenemos que virtualidad y presencialidad deben convivir, entendiendo que esto debe ser sostenido en el tiempo. El sistema educativo acepta la virtualidad en el nivel superior. Puede adaptarse esta modalidad para los otros niveles educativos.

 

Las familias manifiestan que su intención es realizar propuestas que no sobrecarguen el trabajo docente.