SADOP Rosario lanzó la campaña "1000 clases", una forma de visibilizar el profundo descontento de la docencia privada al pésimo aumento salarial. El nombre, que parafrasea el anuncio del gobierno provincial de "1000 aulas", envía un mensaje contundente: "Las nuevas aulas, sin docentes en ellas, son obra pública y no una política educativa".
De esta manera, se pone en valor el trabajo diario de los docentes que, "el gobierno provincial desvaloriza con políticas como el presentismo y con aumentos salariales que, lejos de acompañar la inflación, siguen promoviendo la pérdida del poder adquisitivo".
"Lo hemos dicho en muchas oportunidades y lo seguimos sosteniendo: este gobierno maltrata y empobrece a la docencia", afirmó Martín Lucero, secretario general de SADOP Rosario. Y agregó: "Esta campaña es una respuesta a la falta de empatía del gobierno y al destrato a los docentes. Cualquier infraestructura es inútil si no hay profesionales bien remunerados y valorados".
Con esta iniciativa, SADOP Rosario no solo expresa su descontento, sino que también establece una hoja de ruta para la protesta que comenzará a implementarse el viernes a las 11,45 en Plaza Pringles. "Las 1000 clases son una medida de fuerza que se llevará a cabo con los alumnos dentro de las aulas, tal como el gobernador ha solicitado en numerosas oportunidades. Esperemos que cumpla con su palabra y convoque a una nueva mesa de negociación paritaria", concluyó Lucero.